Andrés Calamaro hizo que San Luis resistiera a la lluvia y dio un show inolvidable
“El Salmón” subió al escenario del Anfiteatro Ave Fénix a las 21:35 para cantar ante casi tres mil personas y lo hizo bajo la lluvia. Durante dos horas sonaron las canciones de su último disco, “Cargar la suerte”, y toda la música que lo convirtió en uno de los iconos del rock argentino.
Andrés Calamaro tuvo de aliada a la lluvia para que el público puntano no lo olvide nunca más. Llovió la mitad del show y fue inolvidable. Durante dos horas, hizo un resumen de canciones que pasearon por sus 40 años de historia musical. Decidió que "Alta Suciedad", el tema (así se llamó también su disco) que lo consagró como solista en 1997 luego de la separación con Los Rodríguez fuera el inicio de un espectáculo que comenzó con solo 5 minutos de retraso.
San Luis fue escala de una gira que lo presenta con casi 60 años de edad, dando lo mejor y todo lo que tiene, tal vez en una etapa de consagración, cantando de punta a punta. Por eso, su presentación en el anfiteatro (escenario que muchos años atrás bendijo con una lluvia similar la música de Charly García) no tuvo un solo minuto de desperdicio.
Se mostró entero opinando de política; de la derecha y de la izquierda, analizando que los argentinos no eligen sino que optan por las opciones “que otros eligieron antes”; aclamando a Uruguay por su ley de libre consumo de drogas, recomendó fumar “rúculas” y hasta dedicó canciones a los “maricas” de San Luis. Tomó mate, lució una bincha y un traje negro: el mismo look que vistió en otras ciudades. Bromeó con el techo que el anfiteatro no tiene y le pidió al cielo varias veces que resistiera.
Hizo sonar lo nuevo y fue mezclando con sus discos más viejos. Así le dio lugar a “Carga la suerte” y tocó “Verdades afiladas”, “Tránsito lento”, “Diego Armando canciones” y “Falso LV”; también “La parte de adelante”, “All u need is pop”, “Tuyo siempre”, "Me arde", “Estadio Azteca”, “Cuando no estás”, “Crímenes perfectos”, “El salmón”, “Algún lugar encontraré”, “Paloma” y “Flaca”(la que dejó para que cierre todo a las 23:40). También regaló “Sin documentos” y “Loco”, la canción que fue censurada en muchas ocasiones y le trajo inconvenientes legales por una frase que en San Luis se escuchó sin pelos en la lengua: “Voy a salir a caminar solito, sentarme en un parque a fumar un porrito”.
Casi en la mitad del espectáculo, el cielo no aguantó más y descargó unas gotas prolongadas que mojaron pero que no ahuyentaron a la masa; así la música le terminó ganando a una tormenta que iluminó el cielo con sus relámpagos. En las últimas canciones dejó de llover y Calamaro siguió dándole el gusto a las casi 3 mil personas que no se querían ir. También homenajeó a Cerati y a otros músicos que no están. Sembró el escenario con su "honestidad brutal", se fue como encantado y el público entre empapado y satisfecho. El poeta del rock más enamorado hizo todo para que no lo olviden nunca más.